EL ESCENARIO

La propietaria de esta vivienda define el trabajo que realizamos como ‘magia’. Partimos de una séptima planta en un bloque de viviendas con una parte de las ventanas a fachada y otra a un gran patio de cocinas. Un pasillo recorría toda la vivienda, creando espacios pequeños y mal aprovechados, estaba claro que esta vivienda necesitaba un hada madrina.

EL ENCARGO

La propietaria nos pidió luminosidad, comodidad y ambientes visualmente integrados. Quería una vivienda para ella pero que pudiera acoger a su hija y sus nietas cuando vinieran a visitarla desde Madrid. Las condiciones de las que partíamos necesitaban un gran esfuerzo de diseño. Invertimos tiempo en pensar la mejor solución y por fin la descubrimos, todo pasaba por darle vuelta a la casa, por convertir a Cenicienta en una princesa.  La habitación sería cocina, la cocina dormitorio, el dormitorio salón y el pasillo el baño.

EL PROYECTO

Para lograr el objetivo planteamos un salón al que se abría la cocina con dos grandes ventanales acristalados, con lo que conseguimos un efecto de amplitud y profundidad permitiendo prolongar la mirada de una estancia a otra. Las ventanas de guillotina permiten abrir y cerrar el espacio gracias a un sistema motorizado. Reducimos un poco la dimensión de los dormitorios pero manteniendo un tamaño espacioso con un gran volumen de almacenaje en armarios e incluso bajo la cama. El baño, gracias a la superficie ganada al pasillo y a las habitaciones parece haber multiplicado por dos su capacidad.

Para finalizar nuestro cuento de hadas era necesario elegir un hilo conductor, en este caso el color visón, presente en suelos, paredes, textiles y mobiliario, que como si de un cuento se tratara, fuera hilando cada estancia creando un ambiente cálido y acogedor.

En ocasiones necesitaríamos una barita mágica para convertir en realidad los sueños de nuestros clientes. Como aun no contamos con ella tenemos que hacer un derroche de diseño y creatividad para crear espacios para ser vividos.