EL ESCENARIO

Este proyecto es muy especial para nosotros, rehabilitar una fachada construida en 1905 es una labor casi de bisturí. Una anciana robusta y delicada, con achaques y problemas, nos ha hecho convertirnos en cirujanos, terapeutas y médicos estéticos. En sus 112 años de historia este edificio ha sufrido las inclemencias del tiempo y ha dejado muchas cicatrices en él.

EL PROYECTO

Hemos actuado sobre cada piedra, limpiándola, saneándola y recuperando los volúmenes que la erosión había provocado. La ornamentación de la fachada y los cantos de balcones estaban especialmente dañados. Se han tratado centímetro a centímetro para devolverles su apariencia original aplicando productos específicos de limpieza y restauración. Un trabajo muy laborioso que, en esta época del año ha tenido un enemigo adicional, un febrero lluvioso y frio que no nos permitía seguir el ritmo de trabajo que queríamos.

Los miradores han sido sustituidos en su total. Los antiguos apenas habían tenido mantenimiento en todos estos años, entraba agua, aire y presentaban zonas de pudrición. Además, su configuración original, construidos solidariamente, habían provocado deformaciones en las carpinterías. Todos estos problemas los hacían irrecuperables. Hemos proyectado un diseño que reproduce fielmente los originales, salvando las diferencias de fabricación de las técnicas de hace un siglo a las actuales. Hemos mantenido un detalle, la ornamentación del mirador de planta primera son las originales, queríamos dejar algo para mantener la historia y estas piezas se encontraban en buen estado. Se han recuperado con mimo y se han colocado de nuevo en su lugar original, haciendo un guiño a sus constructores.

Había que adaptar también los balcones a la normativa actual. Para ello se ha colocado una cenefa siguiendo un modelo sencillo pero que estéticamente empasta con el diseño original sin recargarlo ni restarle protagonismo. A los suelos se les ha colocado una baldosa en tonos piedra antideslizante y con goterón, para alargar lo más posible el aspecto de los cantos.

EL RESULTADO

Trás dos meses de trabajo el resultado ha sido el deseado. La fachada vuelve a brillar como en los primeros años del siglo XX. Hemos recuperado el encanto de la época. Cada piedra, cada canto, cada voluta lucen como el primer día. Las cicatrices se han suavizado, lo achaques han desaparecido, una cirugía completa que le ha hecho rejuvenecer hasta sus días de esplendor.