UNA CASA AL NATURAL. Apartamento en Gros

UNA CASA AL NATURAL. Apartamento en Gros

EL ESCENARIO

Si alguien busca en el diccionario lo que significa “al natural: sin elaboración ni artificio, tal y como es en la realidad”, es la definición de esta vivienda. Partiendo de un apartamento pequeño, en el centro del barrio de Gros, con una distribución buena, pero con una cocina muy grande y una decoración que empequeñecía los espacios, había que retirar lo que sobraba para dejar que se mostrara “al natural”.

EL ENCARGO

Esta vivienda ha sido vivienda turística durante los últimos años y su propietaria quería que así siguiera siendo. Durante este tiempo se realizaron actualizaciones sin mucho criterio. Seguramente por las prisas, se fue poniendo parche sobre parche y con el transcurso de los años la suma de estos remiendos convirtió el apartamento en algo artificial, mezcla de estilos y colores sin ningún hilo conductor. Lo vimos claro había que quitar ese disfraz.

EL PROYECTO

Retiramos muebles, cuadros, revestimientos e incluso la cocina y empezamos a crear. Maderas, fibras y el color blanco lo tenía que envolver todo, presente en suelos, paredes y decoración, cada rincón iba cogiendo aire y la vivienda empezaba a respirar. La cocina la llenamos de brillo para que reflejara la luz, la redujimos a su mínima expresión, manteniendo la comodidad y dimos un toque retro con ese frigorífico, que todos conocemos, que se mantiene en el tiempo. Aumentamos el espacio del salón aportando líneas rectas y añadiendo una zona de comedor que diera confort a la estancia y hasta una zona de desayuno, ¿Quién dijo que este piso era pequeño? El color blanco también presente en el baño y la obsesión por sacar la esencia llevada al extremo, la madera subiendo por la pared, solo hasta media altura, para crear un cabecero que ampliara visualmente el espacio.

Tras lograr una buena base ya solo nos quedaba conseguir un ambiente sosegado, y para ello jugamos con los textiles, la iluminación y la decoración, lo que antes era el maquillaje de un burdo disfraz ahora nos ayudaba a sacar el alma de este piso. Cortinas blancas, lámparas de fibras, jarrones de cristal, velas de cera, platos de madera, el verde de las plantas y toques de negro, forman un conjunto bonito que dejan ver el carácter de la vivienda,” sin artificio, tal y como es en la realidad”.

San Sebastián es naturaleza y este piso hace que el visitante viva su estancia al natural, en una vivienda acogedora y agradable que gracias a esta transformación luce en toda su esencia.